Puntada a puntada, pieza a pieza, obra a obra...; el afecto y la veneración toman forma sobre el terciopelo y revisten a María de consuelo humano. Y Ella lo sabe, porque no sólo derrama ante su Hijo lágrimas de angustia, sino que esas mismas lágrimas vertidas se tornan sonrisa cuando, cada domingo, sus hijos e hijas le confeccionan un nuevo regalo de dedicación, de culto...
Angustias va adornada de tiempo y de cariño, de delicadeza, destreza, ilusión, aprendizaje y devoción.
Pero todo necesita ser canalizado, guiado, dirigido, para que tanto y tan bueno no se vea desordenado. Así, como pastor paciente, Eusebio da las directrices a quienes participan de tan bella labor, de tan magnífica obra.
Y ya van dos primaveras. Dos años llenos de trabajo y de un amor hecho buen gusto y ... por qué no decirlo, éxito.
Lugar: Casa de Hdad. de las Angustias.
Hora: Todos los Domingos, de 10 a 13 horas.