Tras la Novena....

Angustias ha vuelto a su camarín, pero no lo ha hecho de vacío. Tas la Novena de Ánimas, en la que los hermanos de nuestra corporación y feligreses del Carmen han suplicado abogue por el alma de nuestros difuntos, amén de lo que ello supone regalarle todo el amor que de sus almas brota, nuestra bendita imagen luce en su lugar habitual lo que ya dimos a entender en una anterior entrada como un acto "soberbio de amor". Sí, porque esta vez, lo que normalmente designa una falta (la soberbia) nos sirve para enaltecer el sentimiento más profundo que puede emanar de nuestro ser. Porque en este caso, este acto soberbio, es el más humilde de los presentes, refrendado con cientos de horas y miles de puntadas.

Esta ofrenda es soberbia, amante, grandiosa.

¡Cómo es nuestro mayordomo...!