A continuación os dejamos con el mismo y una bella poesía dedicada al mismo, obra del presentador del acto, nuestro hermano Julio J Rguez Cedillo
¿Qué es tu mano, Madre mía,
sino la cuna perfecta?
¿Qué es tu mano, Madre mía,
sino el lazo que sujeta
la muerte y la vida unidas
en equilibrio y belleza?
Qué es tu mano, Madre mía,
sino una caricia tierna
que estremece al que termina
fijando el mirar en ella?
¿Qué es tu mano, Madre mía,
sino gozo y a la vez queja?
Es tu mano el universo
prensado en profunda pena.
Y es cáliz sobre el que el sol
busca la tarde y la besa.
Es la mano soberana
que custodia la clemencia
Y es la luna que en la noche
corrige la errada senda.
Es el mar sobre el que surcan
las estrellas que navegan
Y es la copa de los pinos
por la que el aire pasea.
Y es el ancla de un navío
que siempre a buen puerto llega.
Y es la puerta hacia el descanso,
y es raíz de espiga buena,
y es sosiego para el alma,
y es consuelo en la tristeza,
y es la paz en el tormento,
y es confianza que sustenta,
y es coraje que te alza,
y es compasión que libera,
y es cariño que te ata,
y es arrullo que serena,
y es la nana que te arropa
cuando el sueño eterno apresa.
¡Por eso, Madre, te pido
que, el día que yo me muera,
tome tu mano la mía y
me lleve a la vida eterna!