Miguel Bilbao Romero ha marchado al Paraíso donde la virtud con la que vivió se multiplicará hasta el infinito, justificando la visión que a buen seguro Dios le concederá por medio de su Bendita Madre, a la que tantos Viernes Santos adornó su paso con las mejores flores para hacer de su dolor una alfombra de esperanza.
Miguel Bilbao ha marchado al Paraíso donde sus faltas se desvanecerán como el humo en el azul del cielo, un humo blanco que dará paso a unas alas blancas con caricias verdes y rojas, porque Miguel ya no es hombre, hoy se ha convertido en ángel.
Lo despediremos para su eterno viaje en la Basílica de Nuestra Madre y Señora de la Caridad mañana Viernes, 10 de julio a las 11 de la mañana.
A partir de hoy tenemos alguien más que vela por nosotros allá arriba.
Sólo nos queda, desde estas líneas, desearles a la familia nuestra más sincera cercanía y el mayor de los ánimos ante esta andadura sin su compañía terrena.